A veces, los problemas son como grandes escollos en el camino. Piedras que alguien hubiera dispuesto a nuestro paso para hacerlo más incómodo y fatigoso. En otras ocasiones, las preocupaciones son como un fuerte temporal: rayos, truenos, aguacero, viento y frío; todo a la vez. Situaciones imprevistas y cambios radicales que azotan sin piedad nuestras vidas. Pero...
Cómo afrontar los problemas.
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